
FAB-LAB Experimental impulsa nuevas formas de producción arquitectónica a través de robótica, impresión 3D avanzada y fabricación digital. No replica métodos tradicionales con herramientas contemporáneas, sino que introduce lógicas constructivas inéditas que transforman la relación entre diseño y materialización. La tecnología no es solo un medio, sino un detonante para cuestionar los límites de la arquitectura.
El laboratorio trabaja con materiales no convencionales y composiciones experimentales que responden a criterios de sostenibilidad, eficiencia estructural y adaptabilidad. Desde biopolímeros hasta compuestos reciclados, cada ensayo amplía el repertorio material de la arquitectura y desafía las nociones establecidas de durabilidad y forma. Los procesos digitales controlan no solo la geometría, sino también la densidad, el comportamiento y la respuesta ambiental de cada elemento.
Las técnicas desarrolladas permiten fabricar configuraciones complejas que resultan inviables mediante métodos industriales tradicionales. Superficies porosas, estructuras autoportantes y componentes multifuncionales emergen de algoritmos generativos y procesos de fabricación de alta precisión. La construcción deja de entenderse como una secuencia rígida para convertirse en un flujo continuo entre simulación, modelado y materialización.
En este marco, la figura del arquitecto se desplaza de creador de formas a programador de procesos y estratega material. La obra no se concibe como un resultado cerrado, sino como un experimento abierto donde cada desviación revela nuevas posibilidades. La robótica no sustituye la mano de obra humana, sino que amplifica la capacidad creativa y técnica, liberando al diseño de restricciones mecánicas.
FAB-LAB Experimental no persigue únicamente eficiencia ni busca reproducir lo existente con otras herramientas. Su objetivo es expandir el horizonte de lo posible, generando sistemas constructivos que integran sostenibilidad, complejidad formal y precisión tecnológica. Es un espacio donde la fabricación digital deja de ser una herramienta para convertirse en un nuevo territorio de creación arquitectónica.



